jueves, 18 de marzo de 2010

Historias nuevas (presentación del boletín literario del IES Ramón y Cajal de Albacete)

"La lectura produce personas completas; la conversación, personas dispuestas; y la escritura, personas precisas."
(Francis Bacon)

"La escritura es ese lugar neutro, compuesto, oblicuo, el blanco y negro en donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe."
(Roland Barthes)

Alguien dijo en un ocasión que el mundo se está quedando sin historias. Puede que sea cierto, aunque yo no comparto en absoluto esa opinión; muy al contrario, creo que hay miles de historias nuevas cada día, y miles también que quedan por venir. Bajo mi punto de vista, hay tantas historias como personas en el mundo; incluso más aún.
Cada uno de nosotros somos, de alguna manera, los protagonistas de una de ellas, nos guste o no, en la que necesariamente representamos un papel. Todos tenemos una vida, y formamos parte de una realidad donde la casualidad, el azar, Dios o lo que cada cual quiera pensar, nos ha situado. Pero seguramente, también, en algún momento, hemos deseado ser otra persona, hacer algo diferente, vivir una de las aventuras que oímos contar a otros o visto, tal vez, en la ficción de una película y que creemos fuera de nuestro alcance.
Pero lo que quizá no sepáis es que eso, que parece un sueño, es posible: en el momento en que os apetezca podéis dejar de ser Antonio, Carlos, Marina o Andrea, alumnos del IES Ramón y Cajal de Albacete, y emprender un viaje que os llevará al lugar del mundo que deseéis, incluso fuera de él; os permitirá vivir en un tiempo pasado o futuro: buscar un tesoro al lado de Jack Sparrow, bailar entre vampiros junto a Bella o luchar en Flandes a las órdenes del capitán Alatriste.
Esa es la magia de la literatura. Desde el momento en que un niño, un joven o un adulto toma un libro entre sus manos se sumerge en una aventura que lo traslada en el espacio y en el tiempo y lo transforma en alguien diferente.
A su vez, esas experiencias vividas en la intimidad de la lectura enriquecen a quien las disfruta y le permiten recrear el propio mundo a través de la imaginación y la fantasía, transformándolo en un universo que es muy diferente de la verdadera realidad del día a día y que adopta desde la creatividad una nueva dimensión. La imaginación es infinita, no tiene límites porque desde ella todo es posible.
Y lo que es más: este universo irreal y personal podemos compartirlo, darlo a conocer a través de la palabra. Podemos incluso plasmarlo en un papel, lo cual es extraordinario no sólo por el placer personal que nos produce sino también porque un lector potencial encontrará en ello, a su vez, una nueva manera de aproximarse al mundo, a un mundo que le es familiar pero que se muestra desconocido al contemplarlo desde otros ojos.
La literatura, así entendida, amplía horizontes abriendo el camino para comprender la realidad de una manera más global, tanto desde la lectura como desde la escritura, y se constituye, a la vez, en una forma de trascender nuestra propia cotidianeidad.
Desde el momento en que alguien se acerca a un libro, se sienta ante un folio en blanco para dejar constancia de su mundo interior o hace volar la imaginación para recrear un universo de fantasía, estamos al comienzo de una historia.
Por ello, mientras quede una persona que tenga algo que contar, y quiera compartirlo con los demás a través de la palabra, seguirán quedando historias en el mundo.